martes, 20 de julio de 2010

Apariencias



Creemos a veces que ya no queda ni siquiera un dragón.
Ni un caballero andante, ni una sola princesa deslizándose por secretos bosques, encantando con su sonrisa a los venados y a las mariposas.
Creemos a veces que nuestra era ha dejado atrás toda frontera, ha dejado atrás toda aventura. El destino está lejos, más allá del horizonte: las sombras refulgentes pasaron al galope tiempo ha, y han desaparecido.
Qué gusto equivocarse. Princesas, caballeros, hechizos y dragones, misterio y aventura...no sólo existen aquí-y-ahora: ¡son todo lo que siempre vivió sobre la tierra!
En nuestro siglo han cambiado sus vestimentas, por supuesto. Los dragones hoy llevan ropajes de gobierno, y trajes de fracaso, y equipos de desastre. Los demonios de la sociedad chirrían, y bajan en remolino hacia nosotros si apartamos del suelo la mirada, si osamos girar a la derecha en los recodos donde nos fue ordenado virar hacia la izquierda. Tan hábiles se han vuelto las apariencias que princesas y caballeros pueden esconderse las unas de los otros, y pueden esconderse de sí mismos.
Empero, los que dominan la realidad aún nos salen al encuentro de nuestros sueños, para decirnos que jamás perdimos el escudo necesario para enfrentarnos a dragones, que un voltaje de fuegos azulados ondula por nosotros ahora mismo, para cambiar el mundo tal y como queramos. La intuición nos susurra, veraz: "¡No somos polvo, sino magia!"

De Richard Bach y su Puente hacia el Infinito.

6 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

¡Eso! ¡Hay que tener esperanza!

Mucha luz :D

Esme dijo...

Yo lo sabia!!! Y nadie me creia :P
Jejeje...ai ya me callo...mejor no...
Un beso.

Lady Byron dijo...

Hacer caso a la intuición. Y ser como la marea.
Besos,

Claudio dijo...

Buen blog, me gustó.

TORO SALVAJE dijo...

Quisiera creerlo.
Pero solo veo pocilgas.

Saludos.

Anónimo dijo...

Tengo el libro y la verdad es para reflexionar....
Creo que se puede, y espero que sean muchos los que no terminen "sintiendo" que los sueños se hacen polvo y la magia dejó de existir.
Lindo lugar, preciosas palabras.
Saludos