Como los bordes de los mares, que se aflacan y estiran para acercarse más y más a lo desconocido de las tierras, las olas de mi alma se agitan en embiones brillantes de aventura, para curiosear en cada contacto con tu mundo.
Y deslizo timidamente un sueño transparente de verdades, que suena puro y mágico como las voces profundas de las caracolas cuando arrullan en ires y venires a sus aguas.
Y llego a vos, a tus sentidos.
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